Con la reunión que mantuvieron sendas delegaciones del PNV y el PSE el pasado lunes en Sabin Etxea se inició el camino para reeditar un Gobierno de coalición que, de nuevo, se sustentará en la mayoría absoluta que obtuvieron en las elecciones vascas del 21 de abril. Se antoja que este proceso será rápido por la plena disposición de ambas partes a lograr un consenso basado en un programa de gobierno que está ultimándose en estos momentos. Sobre el peso de cada una de las formaciones en el futuro Ejecutivo de Imanol Pradales, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, reclamó nada más producirse el veredicto de las urnas una mayor presencia merced a su resultado –pasó de 10 a 12 parlamentarios–, lo que fue después matizado por el presidente del EBB, Andoni Ortuzar –el PNV obtuvo 27 escaños el 21-A, los mismos que EH Bildu–.

Andueza arrojó ayer algunas pistas sobre las prioridades que pretenden asumir los socialistas vascos en el futuro Gobierno, al poner en valor su compromiso por hacer frente a los “problemas reales” de la ciudadanía, como la sanidad, la vivienda o el empleo. “Sobre ello queremos construir ahora este pacto”, aseguró en Bilbao, antes de participar en la manifestación conjunta de CCOO y UGT con motivo del Primero de Mayo. Añadió que su pretensión es “mejorar la vida de los vascos, proteger y reforzar los servicios para garantizar las políticas progresistas y garantizar la pluralidad”.

Sanidad, vivienda y empleo fueron precisamente los temas estrella durante la campaña electoral, que se centró en las preocupaciones del día a día de los ciudadanos y pasó por encima de las cuestiones identitarias, a la baja en el ranking de prioridades de los vascos y vascas a tenor de las encuestas. El empleo ya estuvo en manos del PSE en la pasada legislatura en la figura de la consejera y vicelehendakari segunda Idoia Mendia, y con un buen rédito a tenor de la sensible reducción de las tasas de desempleo en Euskadi durante su mandato.

El líder de los socialistas vascos no citó ayer la educación, pese a que la aprobación de la Ley Educativa vasca es uno de los logros de la anterior legislatura que luce con mayor orgullo, y a la necesidad de desarrollar esta normativa en el nuevo cuatrienio que echará a andar en breve.

En su intervención, Andueza explicó que aún no se puede prever en qué fecha se puede constituir el Gobierno, aunque, según su parecer, “los primeros pasos ha sido firmes”. “Hemos constatado la voluntad de ambos partidos de sentarnos a negociar un programa que sea la base y la hoja de ruta de un Gobierno sólido que nos permita seguir avanzando y construyendo una Euskadi mejor”, aseveró sobre la reunión del pasado lunes con el PNV.

El secretario general del PSE añadió que es pronto para “dar pistas” acerca del programa del Ejecutivo que se pretende consensuar, aunque sí avanzó que los socialistas han dejado “muy claro” para qué quieren estar en ese gabinete, cuáles van a ser sus prioridades y que “van a estar constantemente encima de la mesa de negociación”.

Barro y bronca

Durante la movilización en Bilbao por el 1-M, Eneko Andueza estuvo al frente de una amplia delegación de su partido, integrada por el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, y por otros dirigentes como Begoña Gil, Pau Blasi, Ekain Rico y Mikel Torres, o la concejala de Bilbao Nora Abete, entre otros. En dicho marco, llamó a reivindicar sus derechos laborales y sociales, pero también “una democracia en la que sobra el barro y la bronca” que fomentan “la derecha y la ultraderecha”.

En clave estatal tras los cinco días de reflexión que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se tomó para decidir si continuaba al frente del Ejecutivo o dimitía, Andueza certificó el “contexto político complicado en el que la derecha y la ultraderecha están empeñados en deslegitimar a las instituciones e incluso en poner en tela de juicio la calidad democrática de este país”. Todo ello “está muy de sobra”, zanjó.