Getxophoto se hace mayor, cumple los 18, y en esta edición se pone a jugar como un niño o… como un adulto, ¡qué leches! Jugar en un parque de atracciones, a algún deporte, a los videojuegos… Play es el lema que capitanea el nuevo álbum de este festival de la imagen, que se celebrará del 6 al 30 de junio y que reunirá a 22 artistas de rincones del mundo más cercanos y más lejanos: China, Japón, Argentina, Brasil... Sus trabajos estarán esparcidos alumbrando el municipio getxotarra, con tres espacios con un especial marco: el paseo de Ereaga, el centro de Algorta y Romo Kultur Etxea, pero, además, y dada la vocación juguetona más explícita de esta ocasión, también se intervendrá en el skatepark de Arrigunaga y en un parque infantil.

Este evento, realmente, siempre ha jugado: dejando a un lado las fotos de postal, las que solo dicen lo que se ve y huyendo de la literalidad. Desde sus primeros carretes ha experimentado con la imagen y la temática: ha provocado, ha inspirado, ha imaginado, ha ido más allá, ha invocado a la reflexión, ha forzado el pensamiento… Ahora le da al play y, por supuesto, jugará en todos los sentidos, ya que las instantáneas a mostrar se inspirarán, sobre todo, en el juego, pero también en las otras acepciones de la palabra en inglés: interpretar/actuar y activación. “Si el año pasado hacíamos un llamamiento a la pausa, a detenernos y a bajar el ritmo, en esta edición animamos a todo lo contrario: a pulsar el botón de encendido. ¿Pero, qué significa esto? Además de ser la tecla más deseada de nuestros dispositivos, esa que usamos para reproducir imagen, música y todo tipo de audiovisuales, play remite en primer lugar a la idea de ponerse en marcha. Evoca estímulo y movimiento, impulso y vivacidad. Igual que damos al play de canciones favoritas, nos damos al play a nosotras mismas cuando nos arrancamos a hacer algo, cuando nos venimos arriba”. Así mostraba ayer miércoles los primeros cartuchos de Getxophoto 18 su comisaria, María Ptqk. Y claro, hacía hincapié en el juego: en retozar, recrearse, divertirse, entretenerse, brincar, corretear, esparcirse o también apostar, arriesgar, aventurar, poner, envidar, competir, desafiar, retar o pugnar, como enumera un diccionario de sinónimos. “El juego es central a la historia de la humanidad. No obstante, durante mucho tiempo se ha considerado una actividad sin importancia, una suerte de patio trasero de la cultura; se le ha confinado al mundo de la infancia o identificado solo a través de los juguetes. Sin embargo, jugar es una actividad compleja que se muestra bajo distintas apariencias. El deporte y las competiciones son juegos. También las apuestas y los juegos de azar. Y también todas las formas de entretenimiento, desde los videojuegos hasta las artes de la escena pues, en muchos idiomas, jugar significa también interpretar un personaje o tocar un instrumento”, comentó la comisaria.

Jean-Marie Donat y su trabajo sobre fotos WTF! (What The Fuck). GETXOPHOTO

Así, con estas premisas, con estas ambiciones, con estos anhelos, la propuesta creativa de Getxo “explorará todas esas capas”, todo ese “abanico temático”, como precisó María Ptqk y bajará al terreno con obras como la que impresionará en el paseo de Ereaga. Allí sorprenderá Feng Li, quien llevó su cámara hasta un espacio junto al aeropuerto de Chengdu donde, al caer la tarde, miles de personas se reúnen en raves improvisadas. La singularidad de estas macrofiestas espontáneas es que la mayoría de sus asistentes no son jóvenes sino personas de mediana edad que, durante dos o tres horas y varias veces por semana, se dan cita para bailar sin parar. Existen juegos que imponen reglas, método y disciplina mientras que otros buscan justo lo contrario: la libertad, la despreocupación, el goce, la pérdida de control, el delirio.

Otro de los proyectos es el del catalán Arnau Rovira, centrado en el Disney World de Florida, una recreación del mundo dentro del propio mundo integrado por un complejo de 62 kilómetros cuadrados, una superficie cinco veces mayor que la de Getxo. Parques acuáticos, hoteles, restaurantes, canchas deportivas o campos de golf dibujan una arquitectura colorista e invasiva por la que visitantes y trabajadores deambulan como si estuvieran dentro un dibujo animado. “Nos muestra la excesiva industrialización del juego”, apuntó la comisaria de Getxophoto.

Michalina Kacperak y el juego como terapia en una familia rota. Getxophoto

En la antítesis de estas imágenes bien podrían ser las de Luisa Dörr. En ellas, mujeres vestidas con polleras, unas faldas coloridas y abultadas que habitualmente se asocian con las mujeres indígenas de la sierra de Bolivia, patinan con su skate por las calles de Cochabamba. Un juego puro, natural y reivindicativo también: sus saltos, carreras y acrobacias son, según aseveran ellas mismas, un grito a favor de la inclusión y un poderoso acto de resistencia. Esta exposición, lucirá, por supuesto, en la pista de skate de Arrigunaga. De varias muestras aún no se han desvelado ubicaciones y detalles, porque Getxophoto aún está cocinándose –con todos sus ingredientes como las actividades paralelas a las exposiciones, los encuentros entre personas de relevancia mundial...–. La alcaldesa getxotarra, Amaia Agirre, sí adelantó que “entre los lugares utilizados destaca el mercado de Algorta, ya que se convertirá en uno de los centros neurálgicos del festival al acoger el punto de información, así como varias fotografías. Las galerías de Punta Begoña serán otro de los escenarios importantes con dos exposiciones y varias actividades; y el ascensor de Ereaga repetirá también como espacio expositivo”.

Apoyo institucional

El Ayuntamiento es aliado de esta iniciativa, al igual que el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia. El consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria indicó que festivales como Getxophoto “son necesarios para dar impulso al talento y mostrarlo a la sociedad”. Además, refleja que la cultura también influye en el terreno socio-económico. “Getxo estará 25 días en la agenda de la cultura y eso afectará a la ciudadanía, los trabajadores, la industria y el comercio y las empresas locales”, subrayó. Por su parte, la directora general de Cultura de la Diputación, Begoña de Ibarra, valoró “la juventud como rasgo identificativo de este festival” y realizó una clara apuesta por el “talento joven” que tiene “carácter inquieto e interés cultural”.