Cantaba Carlos Gardel, celebérrimo cantante, estrella imbatible de comienzos del pasado siglo, aquello de “que 20 años no es nada” en el tango Volver. El regreso, la vuelta. Itzulia. Nació la carrera vasca en el Siglo XX. Los pioneros armaron la primera edición en 1924. Las guerras deshilacharon la Itzulia, pero siempre quedó un hilo en el carrete del entusiasmo para tejer con distintas denominaciones, un tejido que resistiera el paso del tiempo. 

Por la Itzulia, por su centenaria historia, el drama y la gloria han compartido colchón. “Gracias a todas las personas que nos ayudan, creen en la Itzulia y aman el ciclismo, la Itzulia cumple 100 años desde su primera edición. Es un año muy especial en el que se espera otro gran espectáculo como al que ya estamos acostumbrados”, expuso Julián Eraso, director de la prueba vasca, en la presentación oficial, desarrollada en Ficoba.

En su celebración de los 100 años (63 ediciones) asoma una carrera vigorosa, plena de salud, la vecchia signora con espléndida piel. Emana luminosidad el rostro de la competición, que entre el 1 y el 6 de abril, en la semana de Pascua, acumulará una pléyade de estrellas por las arterias de Euskal Herria. Iparralde y Hegoalde unidos por la Itzulia, un hito después de varias décadas sin conexión. Ese logro se festejó en la presentación oficial de la carrera en la fronteriza Irun

Allí arrancará la competición con una crono. Se pondrá en marcha el reloj de la Itzulia, que después contará las etapas de Irun-Kanbo, Ezpeleta-Altsasu, Etxarri-Aranatz-Legutio, Gasteiz-Amorebieta y el cierre de fiesta de Eibar. La Itzulia contará un recorrido clásico, donde además de la conexión epidérmica con Iparralde emerge Urkiola, cima venerada por la afición vasca. Las voces y los ánimos abrazarán una competición extraordinaria por la acumulación de luminarias. El cielo de Euskal Herria lucirá más que nunca, decorado por las estrellas del ciclismo. 

Reunión de estrellas

En el Tour de casa, ese que se pinta de naranja, con el pantone del Euskaltel-Euskadi y su marea naranja insobornable, se aposentan Jonas Vingegaard, dos veces campeón del Tour, coronado en la pasada edición de la Itzulia; Primoz Roglic, vencedor del Giro, tres veces de la Vuelta y dos de la Itzulia (2018 y 2021), Remco Evenepoel, excampeón del Mundo; Ion Izagirre, ganador de la Itzulia en 2019; Mikel Landa, segundo en 2023, y Pello Bilbao, un competidor excelso que busca posar en el podio. 

Ellos darán realce a una competición en la que también estarán Juan Ayuso, Adam Yates o Isaac del Toro. Carlos Rodríguez y Thomas Pidcok son otros aspirantes al título, al igual que Simon Yates y Richard Carapaz. Sólo la ausencia de Tadej Pogacar, una supernova, le falta a la galaxia de la Itzulia, que aúna una participación sideral en su centenaria vida. “Que 20 años no es nada”, cantaba Gardel en Volver. La Itzulia de los 100 años lo es todo.