Con su futura llegada a Etxebarri, el tranvía de Bilbao pasará a tejer una red de casi diez kilómetros de longitud y dos nuevas paradas. Y, lo que será un salto simbólico, sobrepasará los límites geográficos de la capital vizcaina. El proyecto constructivo de la ampliación ya está elaborado pero la iniciativa se ha topado con un freno: no se puede ejecutar hasta que las unidades de la línea 3 que ahora descansan de forma provisional en la estación de Kukullaga, a la que llegará el tranvía, no se traslade a las cocheras definitivas de Erandio. Una infraestructura que, a día de hoy, todavía no dispone de presupuesto.

El trazado de 1,8 kilómetros que unirá las estaciones de Bolueta, actual estación término del tranvía, con la de Kukullaga, en Etxebarri, va a discurrir por las vías del ferrocarril que unía Durango con Bilbao, y que ahora llega soterrado desde este punto hasta la parada del Casco Viejo. Por ese motivo, el grueso de los trabajos consistirá en la tranviarización del tramo, que contará con dos nuevas paradas: una junto al tanatorio situado en el extremo del polígono industrial de Santa Ana de Bolueta, a unos 700 metros de los andenes actuales, y la de la terminal de Kukullaga. Esta, que ya se construyó preparada para que pudiera llegar el tren ligero, permitirá además el transbordo a la línea 3 del metro.

Ya con el proyecto constructivo en la mano –se licitó en julio de 2022–, Euskal Trenbide Sarea, el ente público dependiente del departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno, se ha encontrado sin embargo con un escollo: las obras de la ampliación del tranvía no se pueden acometer hasta que las unidades de Euskotren que hoy en día duermen en Kukullaga de forma provisional no se trasladen a las cocheras definitivas que se van a construir en Erandio. Un proyecto que, a día de hoy, ni siquiera tiene presupuesto adjudicado.

Con la puesta en marcha de la línea 3 y la futura ampliación a Galdakao con la línea 5, el parque de trenes ha aumentado considerablemente, por lo que se hace necesario contar con unas cocheras nuevas. La intención es construir un depósito de trenes nuevo en el polígono Playabarri, en Erandio, junto a la boca sur del túnel de Arriagas, con un edificio multiusos y aparcamiento para la plantilla.

Se construirá por fases, en una superficie de casi 22.000 metros cuadrados con capacidad para 16 unidades en una primera, incrementándolas hasta 21 en la segunda. Se habilitará además un foso de inspección y una máquina de lavado. La nave de cocheras albergará diez vías donde dormirán los trenes, cada una con capacidad para dos unidades. Tendrá una longitud de 150 metros, una anchura de 46 metros y una altura de 12. El área ferroviaria se completará con una playa compuesta por 11 vías, así como dos conexiones a la vía Lutxana-Lezama. En un lateral se colocará una vía anexa dedicada al lavado y servicio de las unidades.

En el edificio multiusos, adosado a la nave y de una única planta, albergará oficinas, salas de reuniones, vestuarios, comedor, salas de descanso, aseos y almacén. Las previsiones hablaban, en 2022, de un presupuesto que ascendería a los 22,6 millones de euros y una ejecución de 20 meses.

Sin presupuesto

Pero no hay fecha para comenzar estas obras, pese a que el Gobierno vasco ya reconocía entonces que eran “imprescindibles”, ante el incremento de unidades en circulación con la puesta en marcha de la línea 3, a las que se unirán en unos años las de ampliación del metro hasta Galdakao y el hospital. En los presupuestos de este año del Ejecutivo de Gasteiz no existe ninguna partida reservada para unos trabajos sin los cuales no se puede encarar la prolongación del tranvía hasta Kukullaga, lo que cerraría su crecimiento por ese ala de la zona metropolitana –por el otro extremo todavía resta llegar hasta Zorrotzaurre y cerrar el anillo por la calle Autonomía y Zalbaburu hasta Abando–. Eso sí, las propias previsiones del Gobierno vasco prevén la posibilidad de que la actuación podría acometerse por fases, iniciando primero la construcción de la primera parada, y dejado para más adelante la llegada a Kukullaga.