Al frente de Bilbao Exhibition Centre BEC! desde casi sus inicios, el director general afirma que "nos debemos a los sectores estratégicos para Euskadi y a la sociedad vasca."

Bilbao Exhibition Centre cumple dos décadas. Usted ha estado al frente desde febrero de 2006, casi los inicios. ¿Qué valoración hace de estos 20 años? 

Una valoración muy positiva tanto en lo profesional como en lo personal. Por una parte, he tenido la oportunidad y la satisfacción de haber dirigido un equipo de más de 70 personas, que son los que componen BEC. En el ámbito profesional, gracias a este equipo y a la infraestructura del recinto, hemos podido llevar a cabo cerca de 3.200 eventos en estos 20 años, sintiéndonos parte de ellos. Entre conciertos, ferias y convenciones, han pasado por BEC cerca de 19 millones de personas a lo largo de estas dos décadas. 

¿Cuáles han sido los retos más difíciles en este camino?

El reto más duro y que nos ha marcado mucho ha sido, sin duda, la pandemia. BEC se dedica a juntar gente en torno a los negocios y al ocio, y, por las restricciones de entonces, parecía muy difícil volver a reunirnos. La pandemia puso en valor la necesidad de juntarnos las personas, tanto en lo afectivo, como en el mundo de los negocios, ya que las empresas también necesitan el contacto con clientes, proveedores y demás. Lo mismo ocurre en el ámbito del ocio.

Este escenario también nos aportó flexibilidad y capacidad de reacción para poder organizarnos de un día para otro, llevando a cabo eventos de forma segura y siguiendo las normas de seguridad que iban cambiando en función de la situación. La actividad de BEC durante este período fue mínima, nunca llegó a cerrar y, además de las actividades propias, tuvimos un papel relevante en el ámbito social aportando nuestro granito de arena y habilitando el espacio como vacunódromo o sirviendo como almacén del Banco de Alimentos de Bizkaia.

¿Cuáles destacaría como los principales hitos en estos 20 años?

Como hito relevante destacaría la propia construcción del edificio en sí. Cuando me incorporé a BEC en 2006, el edificio ya estaba en marcha, pero la infraestructura no estaba del todo finalizada (una de las torres no estuvo hábil hasta febrero de 2007). Trasladar un recinto con tanta historia y actividad como la Feria de Muestras de Bilbao - que se había quedado obsoleta - a una infraestructura moderna y flexible, supuso un gran reto.

La mayoría de la actividad y de la plantilla venía de la histórica Feria, por lo que hubo que adecuar la infraestructura y a las personas a espectáculos, congresos y convenciones de gran formato e internacionales a las que no estábamos acostumbrados. El mayor hito ha sido, internamente, adecuarnos a nivel organizativo y, externamente, dar a conocer que somos más que la antigua Feria de Muestras.

Más de 70 personas conforman en la actualidad el equipo de BEC.

BEC ha cambiado el paisaje del entorno, siendo testigo y actor principal del cambio de Bizkaia desde un pasado más industrial hacia un presente más orientado a los servicios y a la sostenibilidad. ¿Qué beneficios ha traído el recinto al entorno, la ciudadanía y al desarrollo socioeconómico en los territorios?

Hemos acompañado y sido parte de la transformación de Euskadi, evolucionando hacia una sociedad más moderna e innovadora, con valores como el trabajo bien hecho, la flexibilidad, la igualdad y la solidaridad. Estos son valores que hemos tratado de inculcar en todos y cada uno de los cerca de 3.200 eventos realizados a lo largo de estos años. Todos estos espectáculos, ferias y congresos han tenido un impacto económico para la sociedad de 1.800 millones de euros a través del PIB, y de más de 260 millones de recaudación impositiva

También hemos contribuido a la regeneración del entorno, antiguamente una antigua fábrica de Altos Hornos abandonada y desocupada. BEC ha dinamizado la zona en todos los sentidos, facilitando y permitiendo el crecimiento y la proliferación de otro tipo de infraestructuras, además de varias zonas residenciales y de un desarrollo urbanístico posterior a nuestra presencia en la zona. También hay una parte de hostelería y de pequeño comercio vinculado y cercano al recinto muy importante.

“La construcción de la propia infraestructura, levantada en tiempo récord hace dos décadas, ha supuesto uno de los mayores hitos del recinto ferial.”

¿En qué momento se encuentra BEC ahora y hacia dónde se dirige?

El sector ferial europeo en general y, BEC en particular, se encuentran en un momento dulce. El escenario post-pandémico nos ha llevado a una situación buena para el sector y BEC está en ese momento. Como he mencionado, lejos de menoscabar la actividad, la pandemia la puso en valor, y éste es nuestro momento presente. Ahora más que nunca, las empresas, instituciones, asociaciones sectoriales y clústers valoran la celebración de ferias, convenciones y reuniones, cada uno para sus propios objetivos. El hecho de tener una infraestructura como BEC cobra ahora más valor que nunca para llevar a cabo este tipo de actividades que las empresas e instituciones de hoy necesitan.

Respecto a hacia dónde nos dirigimos, el futuro de BEC está marcado en nuestro plan estratégico, que establece, en primer lugar, nuestra misión de contribuir al desarrollo socioeconómico y a la proyección internacional de Euskadi. Este plan tiene 8 objetivos determinantes; 4 relacionados con la actividad y/o negocio y otros 4 ejes transversales que incluyen la digitalización, sostenibilidad, la mejora en la experiencia de los clientes, y la adecuación de la organización orientada a prestar un servicio eficiente a la altura de las expectativas. Otro de nuestros objetivos es que nuestra propia actividad deje un legado en el ámbito del conocimiento, y una mayor riqueza para el entorno también a través del apoyo a causas sociales.

BEC ha reforzado su apuesta por la sostenibilidad en los últimos años. ¿De qué manera se refleja este compromiso en la actividad del recinto?

Nuestro compromiso con la sostenibilidad viene de atrás. Actualmente, el componente más visible es el medioambiental pero nuestra actividad siempre ha cumplido con todas las exigencias y estándares recogidos en la normativa en cuanto a gestión de residuos, reciclaje y demás. Uno de los temas que más estamos poniendo en valor de manera reciente es la puesta en marcha de una nueva planta solar fotovoltaica en abril de 2023, que se suma a la que tenemos desde 2004.

Ya en aquel entonces apostábamos por las energías limpias y por poner nuestro grano de arena en el tema de la eficiencia energética y la sostenibilidad. Ahora le hemos dado rango de objetivo estratégico convirtiéndose en uno de los ejes que marca nuestra actividad. Esto se debe a que realmente creemos en ello, además de alinearnos con lo que nuestros clientes nos van a demandar, más allá de lo simbólico, en términos de sostenibilidad. 

¿Cómo le gustaría ver a BEC dentro de 20 años? 

Como un BEC cargado de actividad, que cumpla con sus objetivos, que esté ad hoc con las fechas, adaptado a 2044, alineado con la estrategia industrial de país y traccionando esos sectores estratégicos para Euskadi. Me gustaría que siguiera siendo motor de innovación industrial de cualquier sector, y que continúe siendo un espacio para el ocio y la cultura en el sentido amplio, tratando de favorecer lo local, el euskera y el ámbito cultural vasco, pero también abriendo puertas a lo internacional. Un espacio donde sigamos compartiendo conocimiento a través de los diferentes sectores, y un recinto reconocido y reconocible por la ciudadanía de Bizkaia y del resto de Euskadi, que sea motivo de orgullo para la gente

¿Algún ‘momento BEC’ que destacaría en estos 20 años? 

Como impactante, la primera bienal BIEMH que viví en esta casa en marzo de 2006, apenas dos semanas después de incorporarme. Ver los seis pabellones de BEC a pleno rendimiento, con miles de personas montando los stands, trayendo las máquinas y poniéndolas en funcionamiento, fue descubrir un mundo. Por un lado, supuso darme cuenta de lo que implica celebrar una feria y, por otro, de lo importante que era el sector de la máquina herramienta

También, en lo personal, ha habido grupos de música que he disfrutado, como Bruce Springsteen, ACDC y Iron Maiden, además de las dos finales de la Bertsolari Txapelketa que he vivido como director general. Durante las convenciones, con eventos de carácter internacional como WindEurope o Gastech, se ve toda la casa en funcionamiento. Ademas, la celebración de los premios de la MTV o el Mundial de Basket han puesto a Euskadi y a BEC en el mapa.

¿Algún otro mensaje que quiera transmitir?

Esto es sólo el principio, nos queda mucho más por delante para seguir llevando a cabo nuestra actividad y sirviendo a ese desarrollo socioeconómico de la sociedad vasca, llevando el nombre de Euskadi por el mundo en forma de máquina herramienta o de cualquier actividad que desarrollemos aquí.