Ya es oficial. A partir del 15 de junio, con carácter general, ningún vehículo sin etiqueta ambiental o con etiqueta de tipo A podrá acceder a Indautxu y a Abando, de 7.00 a 20.00 horas, de lunes a viernes. Los residentes en el céntrico distrito quedan fuera esta disposición, que tendrá varias exenciones y moratorias. Sin embargo, su objetivo es claro: sacar de las calles, paulatinamente, a gran parte de los 55.000 vehículos que transitan a diario por esta almendra bilbaina en perjuicio de la salud de los ciudadanos. Con ese fin se ha aprobado este viernes, definitivamente, la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Bilbao. El texto contempla, además, la posibilidad de que esta delimitación pueda ampliarse a otros barrios que también soportan una gran carga de tráfico. 

La normativa ha salido adelante, durante un pleno extraordinario, a pesar de la abstención de EH Bildu y Elkarrekin Bilbao, quienes hubieran deseado una ordenanza más participativa y ambiciosa, y el rotundo rechazo del Partido Popular. Nora Abete, concejala de Movilidad y Sostenibilidad, ha definido la ordenanza como una “oportunidad” para transformar la ciudad. “Va a suponer cambios en nuestro día a día y como cualquier cambio, puede generar vértigo o incluso resistencia”, ha asegurado la edil, consciente de las inquietudes que está generando, incluso antes de su aplicación, la ordenanza. “Nada se va a hacer de la noche a la mañana. Hemos diseñado un amplio periodo de adaptación. Tenemos que trabajar para convencer y no imponer”, ha insistido durante el debate.

La Zona de Bajas Emisiones de Bilbao incluye Abando e Indautxu en su conjunto. Ayuntamiento de Bilbao

AMPLIACIÓN A OTRAS ZONAS

La ordenanza permite la ampliación. Se podrán establecer otras zonas. Este es un punto de partida y seguiremos avanzando”, ha revelado Nora Abete. De hecho, durante la tramitación de esta normativa, iniciada hace más de dos años, se llegó a sugerir que el Casco Viejo y Zorrotzaurre podrían ser decretadas como “zonas de preferencia peatonal”. Sin embargo, Karlos Renedo, concejal de EH Bildu, ha mencionado hoy como preferentes barrios como Bolueta, Basurto o Rekalde en base a informes de contaminación acústica y ambiental. También ha citado a Deusto o Santutxu. “Son los que sufren la situación del tráfico masivo”, ha asegurado durante una intervención en la que ha puesto en valor que una de las enmiendas de su partido permitirá eliminar el “efecto frontera” de los barrios colindantes a la ZBE. 

PARTICIPACIÓN CIUDADANA

De hecho, antes de la aprobación de la ordenanza, el área de Movilidad ha sumado 18 alegaciones de los partidos políticos municipales. Posteriormente, la normativa ha estado sometida a un periodo de exposición pública que ha dado como resultado 186 alegaciones de colectivos y particulares. De ellas, se han aceptado 55 de forma parcial o total. “Había algunas alegaciones que nos hubieran impedido llegar a los objetivos. Algunas se han rechazado por exceso y otras por defecto”, ha garantizado Nora Abete. Entre las que se han aprobado, se contempla que los residentes, comerciantes y hosteleros, por ejemplo, tengan seis invitaciones para acceder a la ZBE o que las personas nacidas en 1955 o con anterioridad cuenten con 16 de estos pases.

CRITICAS DE LA OPOSICIÓN

A pesar de ello, una de las críticas más reiteradas a la ordenanza por parte de los grupos de la oposición ha sido en relación a la participación ciudadana. Aña Viñals, portavoz de Elkarrekin Podemos, se ha congratulado por el que considera un “avance” para la ciudad que, según ha recordado, desde su partido llevan reclamando desde 2019. “Nos hubiera gustado que esta ordenanza hubiera llegado de la mano de una fuerte convicción política. Creemos que estamos hoy aquí por una obligación legal”, ha declarado en relación a la obligatoriedad que impone la Ley de Transición Energética y Cambio Climático a establecer una ZBE a todas aquellas urbes de más de 50.000 habitantes.

“Nos preocupa que la ordenanza no tenga consenso social. El cuestionamiento de la medida envalentona las personas que defienden el transporte privado”, ha declarado Karlos Renedo, edil de EH Bildu. Asimismo, ha considerado “especialmente grave” el que el Gobierno municipal “no haya querido reflexionar sobre los estacionamientos de rotación, aquellos que atraen coches al centro de la ciudad” y plantee, por ejemplo, ampliar el parking del Ensanche, algo, a su juicio, “a todas luces contradictorio”. En ese sentido, Nora Abete ha reconocido que “desaparecen aparcamientos en superficie porque se ganan espacios para las personas y se generan espacios subterráneos”, no obstante, ha insistido en que “el balance es negativo”.

Por su parte, Esther Martínez, portavoz de PP, se ha mostrado muy beligerante contra la ZBE. “Ha adolecido de muchas carencias desde el inicio, a la luz de los informes y las memorias”, ha opinado la popular. En ese sentido, ha recalcado que la normativa que obliga a imponer una ZBE ofrecía otras alternativas para Bilbao, con un escenario en el que podían haberse limitado a prohibir el acceso a los vehículos sin etiqueta, que representan el 13%. Sin embargo, ha denunciado que la ordenanza afecta casi al 50% de los vehículos. “Los bilbainos no cogemos el coche por gusto. Los próximo será prohibir que tengamos coche”, ha declarado Martínez. Ante tal rechazo, Nora Abete ha mostrado un correo electrónico del Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, donde les trasladan “que es un proyecto técnicamente muy potente”.